sábado, 24 de enero de 2009

Coeducar: Educar sin diferencias

Sabemos que educar es ayudar a que se desarrollen todas las posibilidades y aptitudes de una persona y coeducar es educar sin diferenciar los mensajes en función del sexo. No obstante, el tema de la coeducación se presta a muchos equívocos y ha generado en demasiadas ocasiones, tanto en padres como en alumnos, un absoluto rechazo que venía dado por entender que la cuestión estaba resuelta con programar actividades en las que necesariamente tenían que participar de igual forma chicos y chicas.
Y si bien puede parecer que esas estrategias quedan lejanas, lo cierto es que el tema de la coeducación sigue siendo problemático para el profesorado en general y de igual forma para las familias. Desde mi punto de vista, la cuestión radica en entender, asumir y llevar a la práctica algo que de forma explícita puede leerse en el número 6 de la Colección Materiales Curriculares de la Junta de Andalucía en los que, con referencia al tema de la coeducación, dice: "La coeducación supone y exige una intervención explícita e intencionada que ha de partir de la revisión de las pautas sexistas de la sociedad y de las instituciones en las que se desarrolla la vida de los individuos, especialmente de las instituciones vinculadas a la tarea de la educación, ya que desde ella se construyen y transmiten los estereotipos de lo masculino y femenino".
Así pues, la coeducación no podemos limitarla a un simple anecdotario ni a una igualación de las condiciones de partida. Como expone Marina Subirats, consultora de la Unidad Mujer y Desarrollo de la CEPAL, la coeducación en el momento actual plantea como objetivo la desaparición de mecanismos discriminatorios, pero no puede haber coeducación si no hay a la vez fusión de las pautas culturales de cada uno de los géneros.Fundamental es también lograr que toda la comunidad educativa se sienta implicada coeducativamente.
» Fuente: Diario Córdoba (8/3/2006)